Toda una alarma de aviso en infartos que debe ponerte en sobreaviso.
La disnea como alarma de aviso en infartos
Desde gCardio nos preocupamos por tu salud, sobre todo por la del órgano que más nos atañe, el corazón. Más allá de los dolores de pecho o la angustia, pasa desapercibida la disnea. ¿Sabes qué es? Toda una alarma de aviso en infartos que debe ponerte en sobreaviso.
A estas alturas, estamos convencidos de que conoces cuáles son los síntomas que, desgraciadamente, anteceden a un infarto. Obviamente muchos de estos pueden confundirse simplemente con un malestar puntual que nada tiene que ver con sufrir un infarto. Sin embargo, no debemos pasarlos por alto y estar muy atentos. Entre todos, destaca la disnea como alarma de aviso en infartos en un gran número de casos.
Dolor de pecho, dolor fuerte en los brazos, el cuello o la mandíbula, fatiga, náuseas, ansiedad, transpiración. Son muchos los síntomas de sufrir un infarto pero a menudo se nos olvida uno importante, la disnea. ¿Sabes qué es la disnea? Toda una alarma de aviso en infartos. Cuando hablamos de disnea nos referimos a esa dificultad respiratoria que se suele traducir en falta de aire. En ocasiones la sufren enfermos con alguna patología anterior pero no siempre es así. Se origina como consecuencia de una respiración deficiente y esa falta de aire puede ser de diferente intensidad. Incluso estando en reposo.
La disnea supone un esfuerzo
Y esto ocurre a la hora de respirar debido a las grandes tasas de ventilación por minuto. Las principales causas de la disnea son la constricción de las vías respiratorias debido a la hipocapnia alveolar. Reducción de la tensión de oxígeno en el diafragma y músculos del pecho por culpa del empeoramiento del transporte de oxígeno. Estados de tensión de los músculos del diafragma y el pecho debido a una hipocapnia arterial. Como consecuencia de ella, promovemos una mayor respiración por la boca o desde el pecho debido a la reducción en la oxigenación arterial. Y una presencia de inflamación y la mucosidad en las vías respiratorias lo que causa un mayor estrechamiento u obstrucción del flujo de aire.
La disnea es un síntoma más de sufrir un infarto y quienes no la tratan tienen más posibilidades de sufrir dicho ataque al corazón. Realizar un gran esfuerzo físico, practicar ejercicio con respiración por la boca. También comer en exceso, el sobrecalentamiento, el estrés y la ansiedad o un sueño nocturno en posición horizontal o decúbito supino, son alguna de sus causas naturales.