En España y en la actualidad, desgraciadamente, las posibilidades de sobrevivir a una parada cardíaca en la calle oscilan entre el 5% y el 10%.
Sin embargo, estos índices de supervivencia tienen un amplio margen de mejora. Dos de las medidas más eficaces son la formación de la población en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y la instalación de desfibriladores (DEA) en lugares públicos.
Por ello, en numerosas Comunidades Autónomas están invirtiendo en el equipamiento de los vehículos policiales con desfibriladores automáticos portátiles (DEA). Los cuerpos de Policías generalmente son los primeros intervinientes que acceden al lugar de una emergencia cardíaca. Actuar en los primeros ocho minutos desde la aparición de una parada cardíaca es clave para recuperar al paciente y que no sucumba a la muerte súbita. Los primeros intervinientes son un eslabón fundamental hasta la llegada de los servicios sanitarios de emergencias. Y estudios realizados sobre el uso de DEA por el personal policial prueban una reducción evidente del tiempo hasta la primera desfibrilación.
Está demostrado que el único tratamiento eficaz para evitar la muerte súbita es la desfibrilación temprana y aplicar la cadena de supervivencia de manera inmediata. La desfibrilación es una medida muy eficaz que consiste en administrar al corazón una descarga eléctrica controlada, que ayuda a reiniciar desde cero la actividad del corazón y hace que este recupere su ritmo habitual.
Como comprobamos, el tiempo es vital, por cada minuto que pasa la probabilidad de supervivencia disminuye en un 10%. Disponer de un DEA portátil en los vehículos policiales facilita y reduce el tiempo de respuesta, permitiendo una rápida actuación ante una parada cardíaca.
Además de incorporar desfibriladores automáticos en vehículos patrullas de la Policía, es importante que el personal tenga una formación continuada. Conocer las maniobras de Soporte Vital Básico y el manejo del DEA es posible a través cursos iniciales y de reciclajes. Tener agentes formados a través de cursos de reanimación cardiopulmonar (RCP) y de Primeros auxilios posibilita que cada año sobrevivan cientos de personas.
Contar con vehículos cardioprotegidos en la Policía Local, Policía Nacional, Bomberos u otros dispositivos de emergencias es invertir en salud y fomentar la cardiocultura entre la población.
En gCardio trabajamos estrechamente con distintos Ayuntamientos de España para integrar el DEA en vehículos e incluso motos policiales. Proyectos de éxito con un objetivo común: tener un desfibrilador accesible para aumentar las posibilidades de supervivencia de una víctima cardíaca.
Compartimos algunos ejemplos de vehículos cardioprotegidos por gCardio:
Policía Local de San Juan del Puerto
Fuente: Fundación del corazón