Estos electrodos varían dependiendo de la edad y del peso de la víctima. No se debe tratar las condiciones físicas de un niño de la misma forma que las de un adulto.
Electrodos por edades
Un DEA (Desfibrilador Externo Semiautomático) es un dispositivo portátil que, mediante descargas eléctricas, puede reiniciar el latido de un corazón que ha sufrido una fibrilación. Administra una descarga eléctrica al corazón a través de la pared torácica, sus sensores integrados analizan el ritmo cardiaco del paciente, determinan cuándo es necesaria la desfibrilación y administran la descarga al nivel de intensidad apropiado.
Los microprocesadores internos del aparato analizan el ritmo cardiaco de la víctima a través de unos electrodos adhesivos.
Estos electrodos varían dependiendo de la edad y del peso de la víctima. No se debe tratar las condiciones físicas de un niño de la misma forma que las de un adulto.
Es por eso que un mismo desfibrilador debe incorporar dos tipos de electrodos.
En nuestro caso, disponemos de un tipo de electrodo para niños y de dos tipos de electrodos para adultos (dependiendo de la cualificación sanitaria que pueda atribuirse la persona que asista a la víctima).
Electrodos por edades para niños
Electrodos por edades. En el caso de que la víctima responda a una edad de entre 1 y 8 años o su peso sea inferior a 25kg, es recomendable emplear el Pedi-Padz II.
Al conectarlo con el AED Plus de Zoll, (sin necesidad de ningún tipo especial de conector), el DEA reconoce que se está desarrollando una reanimación pediátrica. Esto sucede porque emplea un algoritmo diferente al que utiliza en el caso del electrodo de un adulto. Así, procede a analizar el electrocardiograma (ECG) y otorga la descarga adecuada para el niño sin riesgo alguno.
Electrodos para adultos
En el caso de que el resucitador tenga nociones sanitarias, el STAT-Padz II es el electrodo adecuado para emplearse en caso de parada cardiorrespiratoria, es fácil de colocar, mejora la conductividad de la corriente y posee un mejor acoplamiento en la piel y una menor irritación de la misma.
En el caso de que el resucitador no posea los conocimientos sanitarios necesarios para el uso del DEA, la opción más acertada es conectar un electrodo CPR-D Padz. Este electrodo, gracias al metrónomo que incorpora, facilita, corrige y mejora las compresiones que el resucitador debe realizar a la víctima durante el rescate y en un tiempo real.
Está diseñado en forma de “Z” para ayudar a facilitar su adecuada colocación, y ayuda a medir la fuerza requerida para comprimir adecuadamente el tórax durante la RCP, reduciendo así el riesgo de fallo. Cuando empieza el tiempo de RCP y se inicia el periodo de compresiones torácicas, el metrónomo indica el ritmo de éstas y la profundidad de las compresiones, si no se llega a una profundidad adecuada avisa con el mensaje sonoro de “presionar más fuerte”, en el caso de que la profundidad sea adecuada lo hace con el mensaje de “buenas compresiones”, si el equipo detecta un paro en la RCP y debe de continuarse lanza el mensaje “continuar RCP”, por lo que no deja solo al resucitador en ningún momento.
Todo ello se explica debido a la tecnología “Real CPR Help” que dispone el electrodo. En el mayor estudio de trabajadores de la salud hospitalarios, la investigación demostró de manera concluyente que Real CPR Help mejora considerablemente la calidad de las compresiones torácicas.