¿Por qué es necesario el mantenimiento de un desfibrilador?. Prevenir fallos, cumplir la ley y estar siempre preparados
Disponer de un desfibrilador externo automatizado (DEA) es, sin duda, una decisión responsable. Pero tener uno instalado no garantiza por sí solo que esté preparado para actuar cuando más se necesita. Para que un DEA cumpla su función en caso de parada cardíaca, es imprescindible realizar un mantenimiento técnico periódico y riguroso.
En este artículo exploramos por qué es necesario el mantenimiento del desfibrilador siendo no solo es recomendable, sino necesario, y qué consecuencias puede tener no llevarlo a cabo. Porque en cardioprotección, la clave no está solo en tener el equipo, sino en garantizar que funcione perfectamente cuando cada segundo cuenta.
Un desfibrilador no es un simple aparato: es un salvavidas
Un desfibrilador es un dispositivo médico de alta precisión, diseñado para analizar el ritmo cardíaco de una persona en paro cardíaco y administrar una descarga eléctrica si es necesario. Este procedimiento, conocido como desfibrilación, puede restaurar el ritmo normal del corazón y salvar vidas en cuestión de minutos.
Como cualquier equipo médico, el DEA está compuesto por componentes sensibles:
- Electrodos que deben estar en buen estado y dentro de su fecha de caducidad.
- Baterías con una vida útil limitada, que deben estar cargadas para permitir su uso inmediato.
- Software y hardware que requieren comprobaciones para garantizar su correcto funcionamiento.
Un desfibrilador puede estar instalado en la pared, visible y aparentemente intacto. Pero si sus componentes internos no están revisados con regularidad, puede fallar justo en el momento más crítico.
El tiempo lo es todo: un fallo técnico puede costar vidas
Cuando ocurre una parada cardiorrespiratoria, los primeros 3 a 5 minutos son fundamentales para aumentar las posibilidades de supervivencia sin secuelas graves. Un desfibrilador en mal estado o con una batería agotada no solo es inútil, sino peligroso.
Cada minuto que se pierde sin intervención eficaz reduce la probabilidad de supervivencia en un 10%. Si el DEA no funciona, el tiempo sigue corriendo… pero la ayuda no llega.
Por eso, el mantenimiento no es un trámite, es una herramienta preventiva que garantiza que el equipo esté listo, accesible y operativo las 24 horas del día.
Mantenimiento: ¿qué incluye y por qué es clave?
El mantenimiento de un DEA no se limita a mirar si está colgado en su vitrina. Implica una serie de revisiones técnicas que aseguran su disponibilidad total:
1. Revisión de batería y electrodos
Ambos elementos tienen una caducidad concreta. Una batería descargada o unos electrodos caducados pueden impedir la desfibrilación. Además, tras cada uso, deben ser reemplazados.
2. Test de autodiagnóstico
Muchos DEA realizan comprobaciones internas automáticas. Pero es importante que técnicos especializados revisen el historial de alertas y realicen pruebas manuales.
3. Verificación del kit de emergencia
El equipo debe ir acompañado de un kit con guantes, tijeras, toalla y mascarilla para RCP. Si falta algo, el protocolo no puede seguirse correctamente.
4. Estado de la vitrina y señalización
La accesibilidad y visibilidad del equipo son fundamentales. Un DEA mal señalizado o bloqueado por mobiliario pierde eficacia.
5. Actualización del software
Algunos modelos de DEA requieren actualizaciones puntuales de software para mejorar su rendimiento o adaptarse a nuevos protocolos internacionales.
Una obligación legal, no solo moral
En España, tanto el Real Decreto 365/2009 como las normativas autonómicas dejan claro que la entidad que instala un DEA es responsable de su mantenimiento y conservación.
Esto significa que:
- No basta con comprar e instalar el equipo.
- Es obligatorio llevar un registro de las revisiones realizadas.
- Hay que cumplir las instrucciones del fabricante sobre conservación y revisiones técnicas.
- Las comunidades autónomas pueden realizar inspecciones y aplicar sanciones si se detecta negligencia en el mantenimiento.
La buena noticia es que, si cuentas con un servicio profesional como el de gCardio, todo este proceso se gestiona de forma automática, con informes técnicos, recordatorios y revisión documentada.
El coste de no hacer mantenimiento: riesgos reales
Muchas entidades consideran que el mantenimiento del DEA es un gasto. Pero no mantenerlo puede salir mucho más caro, por los siguientes motivos:
❌ Fallo técnico en una emergencia
Si el equipo no funciona correctamente en una situación real, las consecuencias pueden ser fatales. La responsabilidad legal y moral recae sobre la entidad propietaria.
❌ Sanciones administrativas
En caso de inspección, no presentar un plan de mantenimiento o evidencias del mismo puede suponer multas e incluso la retirada del certificado de espacio cardioprotegido.
❌ Pérdida de imagen
Un fallo en un entorno como un gimnasio, colegio, ayuntamiento o centro comercial puede tener un gran impacto mediático y dañar la reputación de la organización.
Casos reales: el mantenimiento salva vidas
Numerosos informes documentan cómo el mantenimiento preventivo de desfibriladores ha permitido su uso inmediato en emergencias reales. Desde instalaciones deportivas hasta eventos multitudinarios, hay testimonios de personas que han sobrevivido gracias a que el DEA estaba cargado, actualizado y en perfecto estado.
Al contrario, también hay casos documentados en los que el equipo no funcionó por negligencia en el mantenimiento: baterías descargadas, electrodos caducados o fallos en la descarga. Estos fallos no solo comprometen la intervención, sino que dejan en evidencia la importancia de revisar periódicamente el estado del equipo.
¿Cómo garantizar que tu DEA esté siempre operativo?
La mejor forma de asegurar que tu desfibrilador está en condiciones es contratar un servicio de mantenimiento especializado. En gCardio ofrecemos planes adaptados a cada tipo de instalación, con:
- Revisión anual presencial por técnicos certificados.
- Sustitución de consumibles (electrodos y baterías).
- Actualizaciones y test del dispositivo.
- Informes técnicos para inspecciones.
- Atención 24h ante cualquier incidencia.
- Gestión del registro oficial en Sanidad.
Además, si el equipo ha sido utilizado, nos encargamos de sustituirlo por otro de cortesía mientras realizamos la descarga de datos y notificación a las autoridades.
Mantener un DEA es mantener la capacidad de salvar vidas
El desfibrilador es el corazón de cualquier plan de cardioprotección. Pero para que realmente cumpla su función, debe estar siempre listo para actuar.
El mantenimiento no es un gasto, es una inversión en seguridad, en cumplimiento normativo y, sobre todo, en tranquilidad. Saber que tu equipo está operativo puede ser la diferencia entre un susto y una tragedia.
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