Reanimación Cardiopulmonar: Protocolos de Seguridad Durante la Pandemia COVID-19
En el escenario actual de pandemia COVID-19, la práctica de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) requiere modificaciones en los protocolos. Este contexto ha obligado a revisar y actualizar las recomendaciones en cuanto a cómo intervenir durante una parada cardíaca, especialmente en situaciones fuera del hospital. La pandemia de coronavirus supone un cambio de paradigma social que afecta nuestra forma de relacionarnos y, de manera crucial, cómo se lleva a cabo la Reanimación Cardiopulmonar en estos tiempos.
Hoy en día, si somos testigos de una parada cardíaca extra hospitalaria, debemos tomar una serie de medidas de seguridad y precauciones para evitar el riesgo de infección por COVID-19. A continuación, se detallan las recomendaciones más importantes, con el objetivo de que la víctima reciba la mejor atención posible sin comprometer la seguridad del reanimador.
Recomendaciones
En respuesta a la pandemia global de COVID-19, el Plan Nacional de RCP – SEMICYUC ha configurado una serie de recomendaciones para minimizar el riesgo para los rescatadores de víctimas en paro cardíaco. Las pautas para los rescatistas con la actual pandemia de coronavirus son las siguientes:
- APROXIMACIÓN CON SEGURIDAD
Antes de iniciar las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar Básica, como siempre, es fundamental asegurarse de que la zona es segura. La primera medida que se debe tomar es garantizar la seguridad del reanimador que va a asistir a la víctima en riesgo. Asegúrese de que no haya peligros inminentes, como tráfico o cables eléctricos.
- PROTECCIÓN INDIVIDUAL
Si se detecta riesgo de infección, el reanimador puede cubrir la boca y nariz de la víctima con una prenda o una mascarilla (si dispone de mascarilla quirúrgica, KN95/FFP2 o guantes) para evitar la liberación de aerosoles que podrían transmitir el virus. Si el reanimador dispone de protección personal adecuada, debe colocársela antes de iniciar las maniobras de RCP. Esta protección ayuda a minimizar el riesgo de transmisión mientras se realiza la Reanimación Cardiopulmonar.
- RECONOCIMIENTO DE PARO CARDÍACO
En la configuración de COVID-19, el testigo debe comprobar visualmente si la víctima está consciente y si respira normalmente. Es fundamental no realizar maniobras invasivas que puedan comportar un mayor riesgo de transmisión viral. Por ejemplo, no se debe abrir la vía aérea con la maniobra frente-mentón ni comprobar si la víctima respira utilizando el método «ver, oír, sentir».
Si la víctima está inconsciente y no respira normalmente, se debe asumir que está en parada cardiorrespiratoria (PCR). En caso de que la víctima esté inconsciente pero respire de manera normal, se debe mantener en una posición segura (como la posición lateral de seguridad o de recuperación) y reevaluar su estado de salud con periodicidad.
- PEDIR AYUDA
Una vez que se haya reconocido la PCR, es crucial llamar al 112 y activar el altavoz u otra opción de manos libres en el teléfono móvil. El contacto con los servicios de emergencia garantizará que la víctima reciba atención médica rápidamente.
- USO DEL DESFIBRILADOR EXTERNO AUTOMÁTICO (DEA)
Si la situación lo permite, se debe pedir a otro testigo que busque un desfibrilador lo antes posible. Si el lugar donde ocurrió el evento es una zona cardioprotegida, el DEA será fácilmente accesible. El uso temprano del desfibrilador aumenta considerablemente las posibilidades de supervivencia de la víctima.
- COMPRESIONES TORÁCICAS
Mientras el desfibrilador llega al lugar de la emergencia, es importante comenzar con la RCP sin ventilación boca a boca. Esto incluye realizar compresiones torácicas de alta calidad, siguiendo los siguientes pasos:
- Trazar una línea imaginaria entre ambos pezones. El centro de esta línea es el punto donde se deben realizar las compresiones.
- Colocar el talón de una mano sobre este punto de masaje y el talón de la otra mano encima de la primera.
- Entrelazar los dedos y empezar las compresiones torácicas. Se debe hacer de manera ininterrumpida, con una profundidad de 5-6 cm y una frecuencia de 100-120 compresiones por minuto. Recuerde que no debe intercalar respiraciones de rescate (boca a boca) con las compresiones.
No importa si no se tiene experiencia previa en Reanimación Cardiopulmonar. Incluso sin formación específica, lo más importante es iniciar las maniobras de RCP, y los servicios de emergencia guiarán las acciones a seguir a través del teléfono.
- LLEGADA DEL DESA AL LUGAR DE LA EMERGENCIA
Una vez que el desfibrilador llega al lugar de la emergencia, se deben seguir los siguientes pasos:
- Encender y abrir el dispositivo.
- Colocar los electrodos adhesivos sobre el tórax de la víctima: uno bajo la clavícula derecha y otro en la línea media axilar izquierda, a unos 10 cm de la axila.
- Seguir las instrucciones verbales y visuales que emite el desfibrilador externo automático (DESA). Nadie debe tocar a la víctima mientras el dispositivo analiza el ritmo cardíaco.
El uso precoz del desfibrilador aumenta las posibilidades de supervivencia y no incrementa el riesgo de transmisión de la infección.
- HIGIENE DE MANOS POST-REANIMACIÓN
Después de realizar RCP con compresiones torácicas, el reanimador debe lavarse bien las manos con agua y jabón o una solución hidroalcohólica lo más rápido posible. Esta acción ayuda a minimizar el riesgo de transmisión del virus por el contacto con los fómites de la víctima. También se recomienda lavar la ropa utilizada durante las maniobras de RCP.
- CONTACTO CON LAS AUTORIDADES SANITARIAS LOCALES
Tras la intervención, el reanimador debe comunicarse con las autoridades sanitarias locales para preguntar sobre las indicaciones a seguir después de haber estado en contacto con una persona que tiene sospecha o confirmación de COVID-19. Esto puede incluir cuarentenas o pruebas adicionales.
Impacto del COVID-19 en la Reanimación Cardiopulmonar
Según un estudio publicado en el New England Journal of Medicine, durante el estado de alarma, el número de pacientes en paro cardíaco que no recibió Reanimación Cardiopulmonar básica antes de la llegada de los servicios de emergencia creció un 15%. Sin embargo, adoptando las medidas de protección básicas, el riesgo de contagio es muy bajo. De hecho, las posibilidades de salvar una vida si se inicia la Reanimación Cardiopulmonar en el primer minuto pueden llegar a situarse alrededor del 90%.
Por eso, desde gCardio recordamos que es vital realizar la Reanimación Cardiopulmonar hasta que lleguen los servicios de emergencia. Aunque el riesgo de contagio es una preocupación válida, la adopción de las medidas de seguridad indicadas garantiza la protección del reanimador y aumenta las posibilidades de supervivencia de la víctima.
Fuentes:
Fundación Española del Corazón