Te contamos la relación entre nuestro órgano más preciado y nuestro estado anímico.
Cómo los estados de ánimo influyen en nuestro corazón
Para nuestro corazón, no es lo mismo estar triste que estar contento. Parece una obviedad, ¿verdad? Pero esta afirmación tiene fundamentos casi científicos. A parte, ¿qué estados de ánimo son mejores para la salud de nuestro corazón? Te contamos la relación entre nuestro órgano más preciado y nuestro estado anímico.
Es una de las más prestigiosas universidades del mundo, la Universidad de Columbia en Nueva York. Según un reciente estudio hecho público mediante su Centro de Salud Cardiovascular Conductual, se ha conocido una variable cuasi científica que pone en relación una idea que era hasta hoy en día más una creencia popular y una hipótesis que una realidad: nuestro estado de ánimo está estrechamente ligado a la salud de nuestro corazón.
Según este Centro, las emociones afectan directamente a nuestra salud. Y más allá del conocimiento comprobado de que el estrés y el agotamiento pueden dañar nuestro corazón. Este estudio va más allá y a estados de ánimo menos extremos que los anteriormente mencionados. Nuestro estado anímico, algo a simple vista tan genérico como esto, es precursor de “infinidad de acciones físicas que se derivan directamente de él”. Pero, ¿por qué?
Cuando estás anímicamente irritado, enfadado o simplemente triste, es decir, si tenemos un estado de ánimo considerado como “negativo”, nuestro organismo produce por defecto más adrenalina. ¿Y qué está comprobado científicamente que provoca la adrenalina? un aumento del pulso y un aumento de la presión sanguínea. Situaciones que de manera puntual por un hecho aislado o por una sensación anímica extraordinaria, no tiene porqué revestir problema alguno. Pero si estos capítulos de enfado o tristeza se repiten o continúan en el tiempo, podríamos estar provocando un daño irreparable a la salud de nuestro corazón.
Pero no solo aumenta la probabilidad de tener una enfermedad cardiovascular, como un infarto. Dicho estudio también confirma que el cáncer es más proclive a aparecer en personas con situaciones anímicas negativas donde el organismo se resiente. Se producen, por tanto, desajustes hormonales que pueden provocar malas pasadas a la salud.
¿Cuál es el mejor estado de ánimo por tanto para el corazón? Sin duda, la alegría y la tranquilidad. Ya que otros estudios consideran al amor como no del todo sano para el corazón, ya que éste puede estar acompañado de situaciones de ansiedad, entre otros estados, que pueden resultar malos para este órgano. Reír y estar tranquilos, son dos buenas y simples recetas para tener corazones sanos.